La respuesta al título es NO.
Cada vez son más las empresas que invierten recursos en desarrollar "bioproductos" o "productos ecológicos" capaces de sustituir en el producto final materiales derivados del petróleo como carburantes o plásticos por otros de origen vegetal (Biocarburantes, bioplásticos). Pero, creo que aun no nos hemos parado a pensar en sus posibles consecuencias futuras si antes no preparamos una estructura capaz de abastecer una demanda sostenible. Por ello he querido representar este panorama ficiticio que simula esta situación:
Supongamos que tenemos dos productos, Petróleo y Vegetales, con sus respectivas curvas de oferta y demanda.
Si el consumo de productos plásticos se mantuviese pero variase la distribución entre bioplásticos y plásticos fósiles en un 10% a favor de los biodegradables, y suponiendo que de las dos materias primas no existiesen productos residuales, sino que se emplease el 100% de la materia en la elaboración del plástico, ocurriría lo siguiente:
Como hemos observado se produciría un desplazamiento contrario sobre la curva de la demanda en ambos casos, pero nos centraremos en comentar los productos vegetales.
A causa del aumento de la demanda se produciría un incremento en el precio, lo que nos llevaría a un encarecimiento de los productos de consumo alimentario de primera necesidad, del cual los principales perjudicados serían los países pobres, ya que son los que menor poder adquisitivo tienen.
Otros problemas asociados al aumento de la demanda, es el atractivo que tendría para desarrollar producciones transgénicas y de otros tipos que con tal de obtener unos costes muy bajos y cantidades muy altas, aun sacrificando la calidad nutricional del producto.
Por lo tanto pienso que primero deberíamos de poder garantizar la producción suficiente para el consumo humano a un precio asequible con una calidad considerada, antes de dejar que se realicen superproducciones de bioproductos y nos lleve a problemas como la hambruna en los países probres ya comentada.
En las soluciones posibles, así a groso modo, podríamos barajar la idea de atacar al problema desde dos lados. Por uno, fomentar la inversión en desarrollo para técnicas de un cultivo de calidad destinado al consumo humano y por otro, crear cultivos específicos enfocados a los bioproductos sustitutos de los productos fósiles.
Cada vez son más las empresas que invierten recursos en desarrollar "bioproductos" o "productos ecológicos" capaces de sustituir en el producto final materiales derivados del petróleo como carburantes o plásticos por otros de origen vegetal (Biocarburantes, bioplásticos). Pero, creo que aun no nos hemos parado a pensar en sus posibles consecuencias futuras si antes no preparamos una estructura capaz de abastecer una demanda sostenible. Por ello he querido representar este panorama ficiticio que simula esta situación:
Supongamos que tenemos dos productos, Petróleo y Vegetales, con sus respectivas curvas de oferta y demanda.
Si el consumo de productos plásticos se mantuviese pero variase la distribución entre bioplásticos y plásticos fósiles en un 10% a favor de los biodegradables, y suponiendo que de las dos materias primas no existiesen productos residuales, sino que se emplease el 100% de la materia en la elaboración del plástico, ocurriría lo siguiente:
Como hemos observado se produciría un desplazamiento contrario sobre la curva de la demanda en ambos casos, pero nos centraremos en comentar los productos vegetales.
A causa del aumento de la demanda se produciría un incremento en el precio, lo que nos llevaría a un encarecimiento de los productos de consumo alimentario de primera necesidad, del cual los principales perjudicados serían los países pobres, ya que son los que menor poder adquisitivo tienen.
Otros problemas asociados al aumento de la demanda, es el atractivo que tendría para desarrollar producciones transgénicas y de otros tipos que con tal de obtener unos costes muy bajos y cantidades muy altas, aun sacrificando la calidad nutricional del producto.
Por lo tanto pienso que primero deberíamos de poder garantizar la producción suficiente para el consumo humano a un precio asequible con una calidad considerada, antes de dejar que se realicen superproducciones de bioproductos y nos lleve a problemas como la hambruna en los países probres ya comentada.
En las soluciones posibles, así a groso modo, podríamos barajar la idea de atacar al problema desde dos lados. Por uno, fomentar la inversión en desarrollo para técnicas de un cultivo de calidad destinado al consumo humano y por otro, crear cultivos específicos enfocados a los bioproductos sustitutos de los productos fósiles.
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